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El Patito Feo

En una hermosa mañana primaveral, una hermosa y fuerte pata empollaba sus huevos y mientras lo hacía, pensaba en los hijitos fuertes y preciosos que pronto iba a tener.

De pronto, empezaron a abrirse los cascarones. A cada cabeza que asomaba, el corazón le latía con fuerza. Los patitos empezaron a esponjarse mientras piaban a coro. La madre los miraba eran todos tan hermosos, únicamente habrá uno, el último, que resultaba algo raro, como más gordo y feo que los demás. Poco a poco, los patos fueron creciendo y aprendiendo a buscar entre las hierbas los más gordos gusanos, y a nadar y bucear en el agua. Cada día se les veía más bonitos. Únicamente aquel que nació el último iba cada día más largo de cuello y más gordo de cuerpo.... La madre pata estaba preocupada y triste ya que todo el mundo que pasaba por el lado del pato lo miraba con rareza. Poco a poco el vecindario lo empezó a llamar el patito feo y hasta sus mismos hermanos lo despreciaban porque lo veían diferente a ellos. 

El patito se sentía muy desgraciado y muy sólo y decidió irse de allí. Cuando todos fueron a dormir, él se escondió entre unos juncos, y así emprendió un largo camino hasta que, de pronto, vio un molino y una hermosa joven echando trigo a las gallinas. Él se acercó con recelo y al ver que todos callaban decidió quedarse allí a vivir. Pero al poco tiempo todos empezaron a llamarle patito feo, pato gordo..., e incluso el gallo lo maltrataba. Una noche escuchó a los dueños del molino decir: Ese pato está demasiado gordo; lo vamos a tener que asar. El pato enmudeció de miedo y decidió que esa noche huiría de allí. Durante todo el invierno estuvo deambulando de un sitio para otro sin encontrar donde vivir, ni con quién. Cuando llegó por fin la primavera, el pato salió de su cobijo para pasear. De pronto, vio a unos hermosos cisnes blancos, de cuello largo, y el patito decidió acercarse a ellos. Los cisnes al verlo se alegraron y el pato se quedó un poco asombrado, ya que nadie nunca se había alegrado de verlo. Todos los cisnes lo rodearon y lo aceptaron desde un primer momento. Él no sabía que le estaba pasando: de pronto, miró al agua del lago y fue así como al ver su sombra descubrió que era un precioso cisne más. Desde entonces vivió feliz y muy querido con su nueva familia.

«El patito feo» (título original en danés: «Den grimme ælling») es un cuento clásico-contemporáneo escrito por Hans Christian Andersen sobre un patito ...

EL REY MIDAS (Cuento Mitológico)


Había una vez un rey muy bueno que se llamaba Midas. Sólo que tenía un defecto: que quería tener para él todo el oro del mundo. Un día el rey midas le hizo un favor a un dios.
El dios le dijo:
-Lo que me pidas te concederé.
-Quiero que se convierta en oro todo lo que toque - dijo Midas.
-¡Qué deseo más tanto, Midas! Eso puede traerte problemas, Piénsalo, Midas, piénsalo.
-Eso es lo único que quiero.
-Así sea, pues - dijo el dios.
Y fueron convirtiéndose en oro los vestidos que llevaba Midas, una rama que tocó, las puertas de su casa. Hasta el perro que salió a saludarlo se convirtió en una estatua de oro.
Y Midas comenzó a preocuparse. Lo más grave fue que cuando quiso comer, todos los alimentos se volvieron de oro.
Entonces Midas no aguantó más. Salió corriendo espantado en busca de dios.
-Te lo dije, Midas - dijo el dios-, te lo dije, Pero ahora no puedo librarte del don que te di. Ve al río y métete al agua. Si al salir del río no eres libre, ya no tendrás remedio.
Midas corrió hasta el río y se hundió en sus aguas.
Así estuvo un buen rato. Luego salió con bastante miedo. Las ramas del árbol que tocó adrede, siguieron verdes y frescas. ¡Midas era libre!
Desde entonces el rey vivió en una choza que él mismo construyó en el bosque. Y ahí murió tranquilo como el campesino más humilde.



Un Ángel...



Un niño, próximo a nacer, le dijo a Dios:


-Me vas a enviar a la tierra pero, ¿cómo viviré allá, siendo tan pequeño y tan débil?

-Entre los muchos ángeles escogí a uno que te espera

-le contestó Dios-.

Pero aquí en el cielo no hago más que cantar y sonreír y eso basta para mi felicidad. ¿Podré hacerlo allá?

-Ese ángel te cantará y sonreirá todos los días y te sentirás muy feliz con sus canciones, #Historias y sus sonrisas.

-¿Y cómo entenderé cuando me hablen, si no conozco el extraño idioma de los hombres?

-Ese ángel te hablará y te enseñará las palabras más dulces y más tiernas que escuchan los humanos.

-¿Qué haré cuando quiera hablar contigo?

-Ese ángel juntará sus pequeñas manos y te enseñará a orar.

-He oído que en la Tierra hay hombres malos. ¿Quién me defenderá?

-Ese #ángel te defenderá, aunque le cueste la vida.

-Pero estaré siempre triste porque no te veré mas, Señor. Sin verte me sentiré muy solo.

-Ese ángel te hablará de mí y te mostrará el camino para volver a mi presencia.

En ese instante, una paz inmensa reinaba en el Cielo. No se escuchaba ninguna voz. El niño dijo suavemente a Dios:

- Dime su nombre, Señor.

Dios le contestó:



-Ese ángel se llama "MAMÁ".